En un partido muy reñido y donde ambos equipos demostraron porque llegaron a esa instancia de la competición, Argentina pudo sacar la diferencia y consagrarse nuevamente campeón de un Juego Olímpico en Fútbol, trayéndose así a casa una nueva Medalla Dorada.
Ambos equipos llegaron muy bien al partido, desde lo físico y especialmente desde lo anímico, ya que Argentina venía de golear a su clásico rival, Brasil, por 3 a 0 en la Semifinal y Nigeria, también venía de golear a Bélgica en la otra semifinal. Ambos equipos demostraron buena regularidad en todo el campeonato aunque Argentina siempre ganó con un poco más de facilidad los encuentros disputados mientras que a los Nigerianos les costó y mucho superar a algunos rivales, obteniendo resultados bastante justos y muchas veces ganando sin merecerlo del todo.
Hablando del partido en sí, que se disputo en el mediodía de China, en “El Nido del Pájaro”, el estado más espectacular de todos los juegos, hubo un gran nivel mostrado por ambos equipos. En el primer tiempo, Argentina fue la que manejo la pelota e intentó llegar al arco rival pero no pudo generar ninguna situación de mucha peligrosidad para el arco contrario, salvo un tiro de media distancia de Monzón, el lateral de Boca Juniors que es pretendido por el Hamburgo SV de Alemania y por el Real Betis de España. En cambio, Nigeria, sin tener mucho control de la pelota, se defendió bien y siempre opto por tener la pelota pegada al piso, desde la recuperación de la misma hasta la concertación de la jugada, y pudo, gracias a su buen juego, conseguir algunas situaciones de mayor peligro que la Argentina, aunque ninguna de gran riesgo. En conclusión, el primer tiempo fue equilibrado y el resultado se ajusto a lo demostrado por ambos equipos, aunque a pesar de ser un primer tiempo sin goles no fue un primer tiempo poco vistoso, porque ambos equipos siempre trataron, por lo general, de jugar buen fútbol y de tener el balón pegado al suelo.
En el segundo tiempo las cosas cambiaron un poco y fue el conjunto Africano el que propuso atacar desde los primeros minutos, pero sería ese adelantamiento el que le jugaría en contra, porque a los 57´ de jugarse el partido, Lionel Messi metería un pase entre líneas para que la tome Ángel Dí María y corriese con campo libre casi 50 metros, hasta llegar al arco contrario y definir con un espectacular sombrerito sobre la salida el arquero de Nigeria, marcado así el único gol del partido que le permitiría a la selección del “Checho” Batista y su cuerpo técnico obtener la Medalla de Oro.
Fue sin duda el mejor gol de la competición, en primera instancia por el gran pase de Lionel Messi (de atrás de mitad de cancha) y por la carrera de Ángel Dí María explotando su velocidad al máximo, y luego, por la exquisita definición con pie zurdo de esté, demostrando un calidad técnica realmente sorprendente.
De esta manera, Argentina despejó cualquier fantasma de derrota frente a la selección de Nigeria y pudo revalidar aquel título obtenido en Atenas 2004 con Carlos Tevéz como gran figura y goleador.