En un partido no apto para cardiacos, Uruguay se llevó una clasificación a semifinales, pero tuvo que trabajar mucho.
Un gran desgaste hicieron los dos conjuntos que empataron 1 a 1 luego de jugar 120 minutos y definir por penales.
En la primera etapa, Uruguay comenzó mejor. Tuvo el control de juego desde el primer minuto y lentamente se acercó a la portería defendida por Richard Kingson.
Atacó todo el tiempo por el lado izquierdo y tuvo a Luis Suárez como el jugador más peligroso para su rival.
Los Charrúas tuvieron las chances mas claras, hasta que Ghana en los últimos 15 minutos de la primera mitad tuvo más protagonismo.
Con Asamoah Gyan y Kevin-Prince Boateng dándole velocidad, el equipo africano salió a jugar ofensivamente y complicó en varias ocasiones a Fernando Muslera.
Cuando faltaba sólo un minuto para que los conjuntos se fueran al entretiempo llegó Sulley Muntari par poner el 1 a 0.
A los 47, el atacante se animó a rematar desde afuera y a contra pie de Muslera definió dejando sin oportunidad al portero.
La última parte iba a comenzar con mucha dinámica. El partido fue de ida y vuelta.
Uruguay fue en busca del empate y lo consiguió a los 55 minutos.
Diego Forlán ejecutó muy bien un tiro libre al palo del arquero, mientras el guardameta Kingson se jugó hacia el otro lado.
Una vez más, Boateng fue el hombre más peligroso de Ghana, ya que complicó en varias ocasiones a la defensa Charrúa.
Los dos conjuntos fueron muy imprecisos en la definición, y aunque tuvieron chances de marcar, las ideas no le alcanzaron, por eso fueron al tiempo suplementario.
Y con los equipos, cansados ya que habían echo todo el desgaste en los 90 minutos, los últimos 30 fueron aburridos y sin emociones.
A excepción del último minuto donde, tras una serie de rebotes en el área uruguaya, un jugador ghanés pateó y Luis Suárez salvó el gol sobre la línea con la mano.
Conclusión: penal para los africanos y roja al delantero del Ajax.
Por suerte para los de Tabárez, Gyan estrelló el disparo en el travesaño y la definición por penales fue una lógica consecuencia.
Tanto uruguayos como ghaneses trabajaron en ofensiva, pero sin inteligencia para derrotar a los porteros. Por eso, con los jugadores exhaustos y con Ghana golpeado anímicamente, hubo penales.
Una vez más un equipo sudamericano se vio beneficiado. Ghana desvió dos tiros y Uruguay sólo dos. Por eso, el la quinta ejecución Sebastian Abreu con su característico pique, le dio la clasificación a semis.